¿ Fabricaron Ovnis los Nazis ?
Durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial los alemanes
desarrollaron portentosos inventos bélicos, entre los que se encontraban
los platillos voladores.
¿ Fueron creación suya, o "alguien" los inspiro ?
En los primeros meses de 1945 no había un solo centímetro del Reich
Alemán que escapara a los bombardeos metódicos, diurnos y nocturnos,
de las Fuerzas Aéreas Aliadas. Ingleses durante la noche y
norteamericanos durante el día, remachaban con firmes golpes los clavos
del ataúd de la Alemania nazi.
Y fue precisamente en uno de esos bombardeos diurnos, realizados por los
norteamericanos cuando los pilotos de las fortalezas B-17 tuvieron la
desagradable ocasión de enfrentarse a una maravilla del aire.
Mientras los bombarderos se acercaban plácidamente a sus blancos,
confiados en la cobertura de su escolta de cazas , fueron rociados por una
lluvia de cohetes Fohn de cinco centímetros que los golpearon desde la
retaguardia. Hubo múltiples explosiones y varias fortalezas comenzaron a
arrojar abundante humo. Mientras los asombrados pilotos, trataban de
reponerse de la sorpresa, entre su formación ya descontrolada se filtraban
9 aviones que volaban al doble de su velocidad mientras los rociaban con
balas explosivas de 30 milímetros.
Estragos en el aire
Los agresores se alejaron; después de un amplio giro regresaron para un
último ataque y enseguida, invulnerables gracias a su gran velocidad,
volaron hacia sus bases ignorando a la escolta de cazas P-51 Mustangs.
Los pilotos americanos habían sido blanco de la escuadrilla JG-7, de Adolfo
Galland formada por cazas a reacción Me-262, los primeros del mundo y
que constituyeron una revolucionaria maravilla técnica que la ceguera de
Hitler había relegado al olvido desde 1941.
Aquellos últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, los pilotos aliados
entregaron reiterados informes en relación a "maravillas voladoras" que se
suponían de origen nazi. Algunas lo eran, como el revolucionario - y único
en su género - caza Me-163, el cual volaba impulsado por un motor
cohete de combustible líquido y utilizaba cohetes aire-aire para atacar
formaciones de bombarderos. Sin embargo había otras cosas en el aire...
"cosas" que no podían ser explicadas cabalmente en términos de
armamento bélico.
El nacimiento de los Foo
Correspondió al norteamericano Edward Schlueter, del Escuadrón 415 de
Caza Nocturna, estacionado en Dijon, Francia, ser el primer espectador de
un fenómeno que pasaría a formar parte de los misterios de la guerra. El
22 de Noviembre de 1944 volaba en una misión operativa contra las vías
férreas alemanas cuando se topó en una colina con una impresionante ( y
al parecer absurda en tiempos de guerra ), hilera de luces que
permanecían suspendidas en el aire.
Las luces se lanzaron de pronto hacia el avión de Schlueter a una
velocidad aterradora, sin que el radar y el sistema eléctrico sufrieran
desperfectos que obligaran al piloto a regresar a su base.
La información de estas misteriosas luces es ampliamente conocida por los
estudiosos de la Ufología, sin embargo, pocos son los que han
profundizado en la posibilidad de que tales aparatos fueran en realidad
armas experimentales alemanas.
Aunque se ha negado, apasionadamente la posibilidad de que los "cazas
fantasmas" fueran armas secretas alemanas, se desprende del estudio de
los documentos capturados por los aliados que los nazis poseían desde
1944 un ingenio automático capaz de volar a grandes velocidades, cuya
función era la de crear fuertes campos de interferencia magnética para
anular el radar y la radiocomunicación. Esta maravilla técnica recibió el
nombre de Feuerball (bola de fuego), por la turbadora característica que
poseía, la de crear a su alrededor una turbulencia de partículas
fuertemente ionizadas que le daban la apariencia de una bola de fuego de
gran intensidad. El Feuerball era lanzado desde una base de tierra y una
vez en el aire un ingenioso equipo Telefunken a base de rayos infrarrojos,
lo dirigía automáticamente hacia el calor despedido por los motores de los
aviones. Después de haber cumplido su misión, el ingenio regresaba
guiado por frecuencias especiales de radio y por medio de una señal
descendía por medio de un paracaídas en las cercanías de su base.
Verdaderamente espectacular, pero estos aparatos sin piloto no eran más
que una de las muchas creaciones que en el frenesí de la desesperación
fabricaron los científicos nazis de la SS, además de otros dependientes del
ejército.
El rayo redondo
En el primer trimestre de 1945 para nadie en Alemania era un secreto que
la guerra estaba perdida; para nadie excepto para los enloquecidos líderes
nazis, que trataban de corregir a toda prisa sus errores tácticos del
pasado con la puesta en marcha de proyectos secretos.
Las investigaciones abarcaban una gama muy variada : ultrasonidos,
cañones de aire, detectores infrarrojos, magnetismo, cazas a reacción,
cohetes, aviones cohetes, cazas teledirigidos y quizás el más grandioso de
todos; el rayo redondo Kugelblitz. Se trataba de una nave casi esférica,
completamente automatizada, que reunía en sí muchos años de adelanto
técnico. Poseía sistemas similares a los del Feuerball para anular los
radares; alcanzaba velocidades realmente impresionantes; podía
desarrollar una increíble capacidad para realizar las más descabelladas
maniobras aéreas; tenía blindaje especial y sistemas automáticos de
disparo. Estaba también equipada con revolucionarias armas, pues
contaba con cañones de "turbulencia aérea" capaces de destrozar las
hélices de los bombarderos, con cohetes aire-aire y con cañones sin
retroceso accionados por sistemas fotoeléctricos.
La construcción del Kugelblitz era el resultado del esfuerzo combinado de
algunos de los más eficientes científicos de la SS, la siniestra Orden de la
Calavera, y sus características lo hacían ideal para el tipo de guerra que
los estrategas nazis habían diseñado para prolongar la resistencia en la
Alemania ocupada.
Pero era ya Abril de 1945.
En el caos en que se convirtió Alemania en ese mes postrero de la
dictadura nazi, los pocos aeródromos aún en funcionamiento tenían que
soportar continuos ataques y la Fuerza Aérea Alemana estaba
prácticamente aniquilada. En un último esfuerzo se habilitaron tramos de
carretera para ser usados como pistas; y fue de una de éstas de donde se
elevó para su única misión el Kugelblitz.
Primer y último combate
¿ Se utilizó alguna vez el revolucionario caza automático ?
El asunto es difícil de dilucidar ya que los agentes de inteligencia que
saquearon los archivos alemanes después de la guerra han guardado
silencio, es por eso mismo no existe - o por lo menos se desconoce -
confirmación alemana al respecto.
Por otra parte, las Fuerzas Aéreas Aliadas dieron parte de una gran
cantidad de bombarderos perdidos sobre Alemania en los últimos meses
de la guerra; estas pérdidas tuvieron lugar generalmente sobre regiones
alpinas y se atribuyen a la acción del fuego antiaéreo o a las escuadrillas
de aviones Me-262 y Me-163. Los demás datos son vagos... aunque no
dejan de ser inquietantes.
Existe un informe, posiblemente el único, que está incluido en un estudio
del Potencial Aéreo Alemán de esos días, y que fue realizado por un
anónimo diplomático francés partidario de De Gaulle y residente en Suiza.
Desgraciadamente para la precisión histórica, esta carencia de fuentes
comprobables resta veracidad al relato que es, en resumen, el siguiente :
" A fines de Marzo o Abril de 1945 un caza alemán de forma redonda,
atacó a varias fortalezas volantes americanas que se habían apartado de
la formación principal sobre los Alpes Bávaros; el caza disparó contra ellos
unas "nubecillas" de color indefinido como si fuera un juego, y los aviones
americanos se incendiaron. No hubo sobrevivientes."
¿ Es un dato real ?
Quizás, pero parece corresponder a las airadas amenazas del Mariscal del
Aire Hermman Göerin respecto a que los bombarderos aliados "caerían
como moscas; incendiados antes de que pudiesen defenderse".
Existen además otros rumores en el sentido de que el fantástico caza
redondo regresó a su base felizmente pero que fue necesario destruirlo
poco después a causa de la proximidad de los ejércitos aliados. Después
las tropas SS destruyeron casi todos los planos del Kugelblitz y se
refugiaron en las montañas para la última defensa desesperada, la cual
nunca llegó a producirse.
Lo único que presta credibilidad al asunto, o a su posibilidad, es el hecho
de que al rescatar algunos planos y documentos éstos cayeron en manos
de personas ajenas a los Servicios Secretos Aliados. Gracias a ellos se
sabe que los alemanes, por lo menos sobre el papel, habían resuelto los
problemas de la construcción de los cazas automáticos.
Una feria de Armas Secretas
¿ Poseían los nazis realmente capacidad para fabricar aviones y armas
revolucionarias ?
Es indudable que sí; pero para fortuna de todos, las torpezas de sus
dirigentes anularon el esfuerzo de los científicos. En cuanto a su
efectividad, basta un ejemplo : las llamadas Armas de Represalia V-1 y V-
2, cohetes que representaron de hecho la antesala de la Astronáutica
actual, fueron empleados con efectos devastadores sobre Inglaterra.
Por otra parte, los sistemas alemanes de teledirección estaban muy
adelantados en materia de cohetes y sus ingenios antiaéreos podían
considerarse únicos en su época. Desarrollos bélicos como el cañón de
sonido, que al ser detenidas las pruebas poseía potencia mortal a 46
metros, y diversos sistemas revolucionarios de granadas antiaéreas
explosivas, mediante gases, aire comprimido y propulsadas por pólvora o
combustibles líquidos, pueden dar una idea de su grado de adelanto.
Obviamente muchos de los diseños, así como el personal capaz de
desarrollarlos, cayeron en manos de los aliados al final de la guerra; los
científicos alemanes, de buen o mal grado tuvieron que trabajar para los
rusos, americanos e ingleses en el diseño de nuevas armas, o en el
desarrollo de la Conquista Espacial.
¿ Dónde quedaron los platos volantes ?
Pero el mayor misterio sigue siendo el caza de forma redonda con tan
parecidas características a los platillos voladores clásicos. Algunos
investigadores insisten en que no fueron más que una baladronada del
Ministerio Nazi de Propaganda, mientras otros, les otorgaban total
credibilidad.
Desgraciadamente para quienes insisten hoy, a 57 años de distancia, en la
existencia de Ovnis nazis, no existe ningún indicio verdaderamente sólido
para apoyar sus tesis. Pero, por otra parte, el desarrollo de las armas
secretas alemanas al final de la guerra es sumamente sugerente y no deja
de plantear incógnitas.
¿ Posee algún país o alguna de las grandes potencias actuales, Ovnis
basados en los diseños de los años 40 ?
No es posible afirmarlo, pero tampoco negarlo.
Pero, antes de que pienses que estoy tratando de dar una salida
superficial al problema de los Ovnis, se hace necesaria una explicación.
Definitivamente sería pecar de ingenuidad, el de creer que un fenómeno
tan complejo como el de los Ovnis puede ser reproducido por aparatos de
fabricación humana. Ahora bien, es muy posible que las potencias que
"heredaron" los diseños de los científicos alemanes hayan trabajo en ellos,
por lo que es posible también que hayan tenido algunos resultados
satisfactorios; incluso que hayan perfeccionado las máquinas hasta el
grado de aumentar su rendimiento y actualmente mantengan sus
artefactos ocultos en arsenales secretos en espera del momento oportuno
para utilizarlos. Pero eso no explica el fenómeno OVNI, por el contrario, lo
complica más.
¿ Humanos, o qué ?
Todos los investigadores, excepto ciertamente los convencidos de la tesis
extraterrestre y la fauna de los "contactados" conocen la característica
más notable del fenómeno OVNI : el absurdo.
Es obvio que si se tratara de aparatos de fabricación humana sus
ocupantes no adoptarían las conductas que acostumbran y que van desde
un infantilismo evidente hasta un descaro muy peligroso, pues esto no
corresponde a la lógica humana. El asunto nos plantea una tesis poco
explotada : que en realidad nos estemos refiriendo a dos fenómenos
diferentes entre sí, pero relacionados.
Esta breve reseña de la tecnología nazi nos ayuda para poder considerar
la posibilidad de que los platillos voladores puedan ser de fabricación
humana, pero de ninguna manera puede demostrar que tales artefactos
existan actualmente. En cambio, el fenómeno OVNI es demasiado real,
aún dentro de su marco absurdo, para negarlo. Miles de testigos de todo
el mundo demuestran la existencia de "algo" ajeno a la realidad humana;
algo que juega con nosotros y se manifiesta de muy diversas formas; algo
que en una medida fortuita se encadena con los hechos de la tecnología
nazi y moderna.
Para entenderlo hay que analizar aún otro elemento : el pensamiento que
dio pie a los inventos revolucionarios de los nazis. De inmediato nos
topamos con algo perturbador... la locura. Las ideas de Hitler y sus
seguidores tenían una característica inhumana, estaban enmarcados en
un contexto mágico evidente y eran disparatadas... lo suficiente para
considerarlas prácticamente ajenas a todo aquello que represente
humanidad.
Aún en nuestros días, ricos en ciencias y técnicas dispares, resulta difícil
congeniar un pensamiento basado en la Astrología, la Magia Ritual y los
Credos Satánicos que al mismo tiempo impulsaban el desarrollo científico
de aplicaciones en el campo de los rayos infrarrojos, los ultrasonidos y la
cohetería.
Los nazis fueron creaciones absurdas, ajenas a la realidad humana, y sin
embargo sus logros técnicos fueron más notables. De alguna manera
magos y científicos se fundieron en uno de los capítulos más negros de la
historia humana y elaboraron siniestras construcciones que para fortuna
de todos no cristalizaron más allá del prototipo.
El Nexo del Absurdo
Tenemos pues dos absurdos: el fenómeno OVNI y la "cultura" que
caracterizó al periodo nazi en Alemania.
Es difícil resistir la tentación encadenar ambas cosas.
Las posibilidades son delirantes: ¿ hubo nexos entre ambas corrientes de
pensamiento, si es que podemos dar características de seres pensantes a
los Ovnis y los nazis?
¿ No resulta curioso, incluso sugerente, que los magos nazis se refirieran
reiteradamente a los "señores poderosos del más allá" como sus posibles
aliados? ¿ No es el mismo lenguaje de los contactados ?
Esta es, ciertamente una hipótesis descabellada y una simple idea; pero
considero que tiene muchos elementos dignos de considerar.
Los altos jerarcas nazis; esperaban "algo" al final, quizás una ayuda de
"más allá".
Para lograrla realizaron trabajos científicos, mágicos y estratégicos, y sus
fuerzas fueron más allá de la locura, el horror y la brutalidad, llegando
hasta la crueldad sistemática y el sacrificio humano.
Los altos sacerdotes de la Orden Negra de la SS "imitaron" sistemas de
exterminio que según ellos les eran inculcados por "otros", que estaban
por encima de la comprensión humana.
De alguna manera, muy obscura también, sus científicos aplicaron
esfuerzos considerables al desarrollo de armas y aparatos que parecían
absurdos. Pero estos funcionaron lo bastante como para demostrar que
eran viables. ¿ Estaban "en contacto" acaso con entidades muy familiares
para la Ufología ?
Como quiera que haya sido, "ellos" abandonaron a los nazis a pesar de
todos los esfuerzos que estos hicieron por retenerlos, y esa conducta
también es muy conocida en los patéticos casos de los contactados
modernos.
No hay manera de saber qué ocurrió con los diseños OVNI de los nazis
capturados por las fuerzas aliadas. Quizás para desarrollarlos plenamente
se necesitaba de un nexo que sólo aquellos tenían, lo que explicaría el
porque los rusos, americanos e ingleses abandonaron la idea de construir
naves con los planos de los alemanes. Pero lo cierto, lo horroroso, es que
la locura que asoló a Europa de 1939 a 1945 estuvo muy cerca de
desarrollar técnicas que quizás es más sano ignorar en la actualidad.
¿ Podrá repetirse el fenómeno ?
Los OVNIS de Hitler
¿Alguien ha pensado por qué los avistamientos OVNI empezaron a producirse a partir de 1947 y no antes? Fue exactamente el 24 de Junio de 1947 a las 2 de la tarde cuando el experimentado piloto norteamericano Kenneth Arnold, miembro de la organización de seguimiento y rescate "Airafox", mientras volaba con su avioneta desde Chelalis a Yakima, en el estado de Whashinton, con la intención de encontrar un avión militar accidentado, avistó cerca del Monte Rainer una formación de extrañas aeronaves circulares que le parecieron "como platos deslizándose sobre el agua". Fue así como se acuñó el término "platillo volante". Kenneth calculó su velocidad en 2.400 km/h, una velocidad desconocida en 1947. Y precisamente fue en 1947 cuando los aliados lanzaron su fallida Operación Highjump contra las bases del Tercer Reich en la Antártida. También es en 1947 cuando se funda la CIA.
La Segunda Guerra Mundial terminó en 1945, y dos años después empezaron a sucederse sin interrupción hasta la actualidad avistamientos de Objetos Voladores No Identificados, llamados UFOs en inglés y alemán (Unknown Flight Object y Unbekanntes Flugobjekt, respectivamente), que hacen maniobras imposibles para los aviones convencionales, como cambiar su dirección de vuelo en ángulo recto o pasar del reposo a una velocidad exorbitada en un instante.
La prodigiosa tecnología del Tercer Reich El Tercer Reich fue para Alemania una época de progreso en todos los campos: Alemania poseía los autos más rápidos, los aviones más veloces y de mayor autonomía de vuelo, la primera televisión (durante los Juegos Olímpicos de 1936), las mejores películas de entretenimiento, la industria farmacéutica más pionera, etc. Pronto volaron los primeros aviones a reacción (Me-262) y los primeros misiles de largo alcance (V2). Todo esto es conocido. Mucho menos conocida es otra tecnología que, por razones obvias, los alemanes del Reich mantuvieron en secreto y sobre la que los aliados, una vez tuvieron noticia de ella, mantuvieron el más absoluto silencio. Basándose en la filosofía ocultista del Tercer Reich (sociedades Thule y Vril), científicos hitlerianos habrían conseguido avances cientícos (especialmente aeronáuticos y astronáuticos) de una magnitud inimaginable. El conocimiento de misteriosos aviones circulares alemanes propulsados por motores anti-gravitacionales con el nombre en clave de “Vril” y “Haunebu”, que supuestamente fueron desarrollados no basándose en la técnica convencional, sino en una nueva técnica surgida de la filosofía ocultista NS, ha sido siempre negado por las fuerzas aliadas. Muchos podrán pensar que es imposible que los alemanes en tan corto espacio de tiempo desarrollaran tan fabulosa técnica, pero olvidan que no se basaron en los principios científicos clásicos, si no, como ya hemos apuntado, en la filosofía ocultista de las sociedades germánicas como Thule y Vril. Así por ejemplo, el científico alemán Viktor Schauberger era un convencido defensor de la "implosión en lugar de explosión". Rechazaba el motor de explosión, pues éste se basa en la destrucción (explosión), pero la Creación divina es siempre constructiva. Por lo tanto, una técnica basada en la destrucción es contraria a las leyes de Dios y puede denominarse como técnica satánica. En su lugar, proponía los motores de implosión. Éste es tan sólo un ejemplo de la filosofía de estos científicos. Gracias a la forma de pensar del Tercer Reich, los alemanes avanzaron en técnica en pocos años lo que los aliados no avanzarían en cien. |
Proyecto Haunebu
Tenía forma de cigarro, y esto coincide con la descripción de muchos pilotos de vuelo que dicen haber visto OVNIs con esa forma y de unos 130 metros de longitud.
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Los Foo-fighters o Kugelblitze Los aliados los llamaban Foo-fighters y sus creadores alemanes "Kugelblitze" ("rayos-bola") o "Feuerbälle" ("pelotas de fuego"). A partir de 1944, los pilotos aliados que sobrevolaban Alemania para bombardearla empezaron a reportar informes sobre extrañas bolas brillantes casi transparentes que se situaban junto a ellos y les acompañaban durante kilómetros. Según estos informes, no podían derribarlas, aunque las disparasen, y toda maniobra para despistarlas era inútil. Mucho se ha especulado sobre la función de este arma antiaérea, pero al parecer interfería los sistemas eléctricos y los radares de los bombarderos aliados. En ocasiones, su presencia era tan molesta a los pilotos o les causaban tantos trastornos, que un bombardeo previsto tenía que ser suspendido y la escuadrilla de bombarderos regresaba a su base.
Se identifican los "foo" con un arma secreta antiradar: «En el otoño de 1944, en Oberammenrgau, en la Baviera alpina, un centro experimental patrocinado por la Luftwaffe, en O.B.F, habrá ultimado una serie de investigaciones relacionadas con aparatos eléctricos capaces de interferir en el funcionamiento de los motores, hasta un máximo de 30 m. de distancia, mediante la producción de intensos campos electromagnéticos. Averiando el circuito de ignición de los motores de un aeroplano se habría provocado infaliblemente la caída de éste. Para convertir la invención en prácticamente eficaz, los técnicos alemanes se proponían, empero, triplicar por lo menos el radio de acción del arma, pero cuando el conflicto concluyó, los experimentos en tal sentido apenas habían sido esbozados. Entretanto, como infraproducto de estas investigaciones para su inmediato empleo bélico, otro centro, regido combinadamente por el Ministerio Sperr y por el Estado Mayor Técnico de las SS, había adaptado la idea del "estorbo radiofónico de proximidad" a la interferencia sobre los mucho más delicados y vulnerables aparatos electrónicos de los cazas nocturnos americanos. Así había nacido una original máquina voladora, redonda y acorazada, más o menos semejante al caparazón de una gran tortuga. Se movería con un motor especial de reacción, también aplanado y circular, que recordaba como principio físico a la famosa eolípila heroniana y generaba un vasto halo de llamas muy luminoso. Por eso había sido llamada "Feuerball". No llevaba armas ni pilotos. Teledirigida en el acto de despegar, seguía después automáticamente a los aparatos enemigos, atraída por sus llamas de escape y aproximándose a ellos sin chocar, lo cual bastaba para poner en estado crítico sus aparatos de radar». |
¿Por qué Alemania, si disponía de esta tecnología, no ganó la guerra? Una pregunta que se formulará todo el mundo. Las razones que los autores del hitlerismo esotérico apuntan son varias: 1.- El desarrollo de esa tecnología llegó demasiado tarde, más bien entre 1944 y 1945, y no se pudo llegar a emplear militarmente. Ciertamente disponían de esa tecnología, pero no se llegó a tiempo a la fabricación masiva. 2.- Los OVNIs de Hitler ciertamente eran muchísimo más veloces que cualquier avión existente, pero ésto no bastaba. Se mostraron, al menos en esa fecha, no aptos como aeronaves caza. 3.- Por alguna razón, los alemanes del Reich vieron la guerra materialmente perdida y decidieron replegarse, esperar un momento futuro en que la victoria del Reich fuese tan segura como contundente. Ese momento, está por llegar. |
¿Qué fue de la prodigiosa tecnología hitleriana?
No puede descartarse que poco antes del fin de la guerra se llegase a fabricar una limitada serie de platillos Haunebu II. Ésta posibilidad es apoyada por las numerosas fotos de OVNIs tras 1945, que tienen un asombroso parecido con el modelo Haunebu II.
¿Consiguieron los aliados esta prodigiosa tecnología como parte del botín de guerra? En absoluto. Sería una verdadera contradicción pensar que los alemanes fueran capaces de desarrollar semejante tecnología para luego dejarla caer en falsas manos. Los científicos alemanes responsables del desarrollo de esta tecnología y todos sus creaciones habían desaparecido a tiempo de Alemania para cuando la guerra "terminó".
Así por ejemplo, el terreno de la firma Arado en Brandenburgo, supuestamente empleado por la Vril-Gesellschaft, fue completamente dinamitado y no quedó nada. Los alemanes dejaron a propósito señuelos para despistar y distraer a los aliados. Estos señuelos eran flamantes proyectos aeronáuticos del Tercer Reich, así como científicos como Werner von Braun (gracias al cual los americanos lograrían realizar el programa Apolo y llegar a la Luna), pero estaban basados en la técnica convencional (motores de propulsión a reacción o de hélice, a lo sumo). La técnica antigravitacional fue puesta a salvo con antelación.
Según algunos autores, los OVNIs de Hitler fueron escondidos en algún lugar de la Antártida, razón por la cual se pondría en marcha la Operación Highjump. Aun hoy hay gente convencida de que los Alemanes aun poseen una base de OVNIs y que los llevaron allí desmontados en submarinos.
Los avistamientos OVNIs que en la actualidad se producen se deben a la actividad de los platillos alemanes, pues los alemanes del Reich están vigilando el planeta. Estos platillos serían pilotados por pilotos del "último batallón". Éste "último batallón" intervendrá en el momento preciso durante la próxima caída de la civilización occidental.
Las bases lunar y marciana del Reich
Han sido muchos los autores que sostienen que los alemanes del Reich hace muchos años (unos sesenta años) que poseen una base en la Luna (si no un auténtico país). Disponiendo de semejantes astronaves, no es ningún problema para ellos alcanzar la Luna o Marte. Los OVNIs del Reich no tienen que preocuparse de llevar miles de toneladas en combustible líquido, ni del costo, como los programas espaciales de la NASA o la ESA.
Durante la misión Apolo 11 a la Luna, los tripulantes del Apolo 11 mantuvieron una conversación con el centro de control en Houston, casualmente captada por unos radioaficionados que escuchaban un "canal reservado", que revela que tuvieron un encuentro con aeronaves "muy superiores en tamaño y tecnología a las nuestras". Toda la Luna estaría en manos de los alemanes del Reich, razón por la cual los norteamericanos no han vuelto a ella: tienen "Hausverbot", es decir, los alemanes del Reich les han prohibido poner un pie en la Luna. Es por ello que ahora la NASA dice con cierto tono de desprecio que "la Luna ya no constituye un objetivo interesante para la Agencia Espacial".
La NASA declara que se interesa más por Marte, donde según autores como Jan Udo Holey o Hans Altmann también los alemanes están establecidos en construcciones subterráneas desde hace decenios. Los repetidos fracasos de la NASA en Marte tendrían su explicación en la actuación de los alemanes del Reich.
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